El pasado 11 de diciembre, el Centro Educativo Salesianos Alameda celebró su emotivo acto de finalización de año escolar 2024, un evento presidido por el Director, P. Víctor Mora SDB, y el Rector, Sr. Walter Oyarce, quienes acompañaron a estudiantes, docentes y familias en este significativo momento.

El objetivo principal de este acto fue reconocer los logros alcanzados por los estudiantes en diversos ámbitos de formación, tales como lo académico, la asistencia, la participación en las Actividades Curriculares de Libre Elección Salesiana (ACLES), el Movimiento Juvenil Salesiano (MJS), así como los valores de "Mejor compañero", "Buen cristiano y honesto ciudadano". Estos premios, entregados con gran emoción, reflejan el compromiso y esfuerzo de los estudiantes durante el año.

En su discurso, el Rector, Sr. Walter Oyarce, expresó el orgullo de toda la comunidad educativa al ver los logros alcanzados y destacó: "En esta casa salesiana en Alameda estamos convencidos de que en cada uno de ustedes habitan semillas de bien. En cada uno de ustedes hay un tesoro escondido que puede ser descubierto y, así, brillar para otros". Durante su intervención, el Rector también hizo un llamado a los jóvenes a comprender que los errores no nos determinan, sino la forma en que nos levantamos después de cada caída. "Errar es parte de su aprendizaje, evalúen lo que han vivido este año. Recarguen energías, renueven sus fuerzas, proyecten el 2025, disfruten en familia y recuerden que los sueños no se guardan en el cajón; trabajen y luchen por ellos, porque esta comunidad los alentará", subrayó.

En el marco de la premiación, se agradeció especialmente la presencia de los sacerdotes P. Víctor y P. Marcelo SDB, quienes, como parte de su labor pastoral, han acompañado a esta comunidad educativa. Con motivo de su próximo destino a otras comunidades en el 2025, el agradecimiento fue extendido a su invaluable labor y dedicación.

Finalmente, el Director, P. Víctor Mora SDB, compartió un emotivo mensaje de gratitud: "Hoy doy gracias a Dios por estos años que me ha permitido vivir aquí. Me siento profundamente bendecido por Él, porque lo compartido, lo escuchado y lo vivido en este tiempo son un gran tesoro. Mi vida la ofrecí a Dios para servir a los jóvenes, y aquí he podido vivir mi sacerdocio en plenitud".